30/4/10

Agua

Benjamin se sienta en el tercer escalón de la entrada y le pregunta a su mamá, con su sonrisa de pícaro:
-Mami...¿para qué es el flotador?
-Cariño, para no hundirse. Te lo pones y así estás más seguro.
-¿Y de qué coño te vale el flotador en un tsunami?
Entonces su madre lo mira extrañada, levanta la cabeza y en la lejanía lo ve. La ola más alta que haya visto en su vida.
-Va a arrasar esto, ¿verdad, mamá?
-Eso parece...
-¿Tienes miedo?
-¿Tú no?
-Por supuesto que lo tengo. Lo que no veo es el sentido a tener un flotador, si el agua va a volcarnos hagamos lo que hagamos.
-Dios mio...va a ser todo agua...
-Sólo agua.
-Joder...
-Anda, mami, no seas gilipollas y quítate el flotador.
-¿...Y entonces qué hago?
El pequeño Ben la mira con infinita ternura.
-Levanta la cabeza, que eres tonta.
-¿Qué?
-Levanta la cabeza y admira conmigo la llegada de la ola...

29/4/10

Toda una revolución.

Quiero que me quieras y quiero tener sobre ti el poder suficiente para hacer contigo lo que quiera, ¿por qué?, para darme el gustazo de no hacerlo. Quiero tener el "privilegio" de poder jugar contigo para nunca aprovecharlo. Porque sé que si estás en mis manos, nadie más en este mundo podrá dañarte. Tenerte conmigo y en mí es tenerte a salvo. Por eso quiero poder, ese poder, porque sé que nunca lo utilizaría, y que, al tenerlo yo y sólo yo, eso te protegería de que lo usara cualquier otra persona. Quiero ser La Persona, para actuar como si no lo fuera, para dejarte que decidas y escuchar que te decides por mí, libremente y sin juegos absurdos.
¿Sabes qué? Aunque esto que tenemos hubiese durado un día, solamente un puto día, ya habría sido toda una revolución, ya habría ocasionado más de un quebradero de cabeza y ya habría levantado muros y cenizas por doquier. Aunque esto hubiese durado solo un minuto, un pobre y triste minuto, habria sido suficiente para que todos hablasen...pero habría merecido la pena.
Todos los que no confían en nosotros van a pasárselo en grande cuando cuenten los días, meses y años y vean que tus ojos no se apagan, que mi cuerpo no se aparta y que nuestras manos siguen encajando como un puzzle.
Vamos a callarles la boca a latidos, a golpe de bala en pecho, a quemazón de labio y de tendones. Van a descifrar el grito que nos devora por dentro a base de miradas y caricias.
Si quiero tener tus brazos es para que sientas los mios.
Si quiero tu corazón es para apagar el riesgo de que la vida lo gaste, lo machaque y lo evapore.

28/4/10

Sevilla.

Quiero que tu luz me ciegue y verlo todo amarillo.
Que me arrastres y golpees y me hagas cardenales, sangre y moratones.
Que tu girasol de piedra me descoloque los huesos.
Quiero que tu trueno de luz clara me atraviese y me juzgue,
que tu ducha caramelo de limón me deje hirviendo los párpados al despertarme.
Quiero que tu viento me ahogue y tus naranjos me devuelvan las ganas de respirar.
De un soplo.
Quiero tu aire, tu rosetón y tu cielo. Quiero tu forma.
Quiero tu beso asfixiante.
¿Tienes idea de lo perdida que he estado tanto tiempo? ¿Sabes cuánto me has faltado? Yo no soy nadie sin ti. Vaya a donde vaya, corra hacia donde corra, acabo en ti. Mi amor por ti me invade y acabará conmigo. Quiero quedarme contigo y en ti.
Tengo celos de tu espacio color mar y tu agua turbia, tu falta de sal, tu vino, tu arena oscura, tu acera. Después de haber tragado y vomitado en tus calles, después de haberme bebido mi historia frente a tus ojos, de haberte vivido, soñado y masticado. Después de todo lo que he tenido que pagar, que llorar, que reír y que luchar en todos estos años. Con todo lo que hago mal y todo lo que me equivoco, y dios me ha hecho el mayor regalo que se pueda hacer a alguien: me ha dado la ciudad que parpadea, que abraza al sol, que lo escupe. Me ha dado la ciudad de la estrellas. La ciudad de los valientes. La ciudad de las bestias, los hombres y el azahar. La ciudad de la Feria.
La ciudad que palpita cada vez que palpito.
La ciudad que me escribe cada vez que le escribo.
La ciudad de las mentiras.
La ciudad de mis recuerdos, mi infancia y todo lo que no digo, no callo y no soy ni seré ya nunca más.